3 cosas que puedes hacer para salir de una relación que te hace daño
Sabes que no te hace bien, pero ahí sigues.
No porque no seas fuerte. No porque no lo veas.
Sino porque aún sientes algo.
Y salir duele.
Pero seguir en una relación que te desgasta también duele.
Y ese dolor no se cura con excusas ni con esperas.
Si estás en ese punto en el que sabes que deberías soltar, pero no sabes cómo empezar, aquí tienes 3 pasos concretos para comenzar ese proceso:
1. Haz una lista de todo lo que has perdido por mantener esa relación
Sí, coge papel y boli. O abre una nota en el móvil y contesta a estas preguntas:
¿Qué partes de ti has dejado de lado por estar con esa persona?
¿Qué amistades has descuidado?
¿Qué decisiones has pospuesto o modificado por miedo a su reacción?
Verlo por escrito te ayuda a tomar conciencia del coste emocional que te está suponiendo seguir en la relación.
Este ejercicio no es para culparte, es para que puedas ver con claridad lo que esa relación te ha ido quitando.
2. Da dos pasitos sin pensarlo mucho
Salir casi nunca se hace de golpe pero sí puedes empezar a cuidarte desde ya.
Aquí van ejemplos con los que puedes empezar:
Dejar de contestar a mensajes fuera de ciertas horas.
Tomarte un día sin contacto (y ver cómo te sientes realmente).
Estos pequeños pasos ayudan a ir desapegándote emocionalmente y a fortalecer tu autonomía.
3. Reconecta con una parte de tu vida que perdiste
Piensa en una actividad, una persona o un espacio que te hacía sentir bien antes de esa relación.
Puede ser tan simple como:
Volver a salir a caminar sola con música.
Quedar con esa amiga con la que sientes que puedes ser tú misma.
Retomar una afición que dejaste (aunque sea solo 30 minutos a la semana).
No es solo dejar la relación. Es volver a ti.
Y volver a ti se hace con acciones pequeñas y constantes.
No necesitas tener todo claro para empezar.
Solo necesitas dar el primer paso, aunque duela, aunque tengas miedo.
Y si lo estás pasando mal, puedes pedir ayuda en este momento de tu vida.
