Cómo gestionar las emociones de los hijos/as

A veces, la gestión emocional de los hijos puede suponer todo un reto, pero recuerda de que se trata de una etapa más de su desarrollo, ¡esto no va a durar para siempre!  

En estos primeros años de vida, nuestros hijos no solo están aprendiendo a caminar o hablar, sino también a reconocer, expresar y regular sus emociones.

El cerebro de un niño/a, aún está en construcción. Especialmente las áreas encargadas de regular las emociones, controlar los impulsos o poner en palabras lo que sienten.

Por eso cuando un niño tiene una rabieta, significa que su cerebro emocional ha tomado el control y su cerebro racional no puede gestionarlo porque todavía no está terminado de formar: necesitan un adulto con el cerebro más maduro que pueda acompañar la rabieta para ir enseñándole a medida que su cerebro se va terminando de formar.

¿CÓMO PODEMOS AYUDARLE?

1-Trata de entenderlo:

Es pequeño/a y por eso no sabe expresar su emoción de otra manera: no tiene el cerebro terminado de formar.

Recuerda que no existen emociones buenas y malas: cada una tiene su función y su mensaje. Si es verdad que algunas son más agradables y otras más desagradables, pero todas sirven para algo.

(¿Qué pasaría si cruzáramos la carretera si miedo? ¿O si no sintiéramos rabia cuando nos tratan mal?).

Tu hijo/a simplemente está sintiendo una emoción que no sabe regular porque su cerebro es todavía muy inmaduro y tú puedes ayudarle en ese momento para que él vaya aprendiendo cómo hacerlo.

2-Trata de mantener la calma

Qué difícil es a veces mantener la calma eh…

Pero tú puedes hacerlo.

¿Qué te puede ayudar a mantener la calma en esos momentos?:

  • Volver al paso 1 te va a ayudar mucho a ganar seguridad y no sentir que nos descontrola la situación.
  • Realizar algunas respiraciones profundas.
  • Contar hasta 11 (¡o 20!).
  • Salir del espacio unos segundos.
  • Recordarme que esto es una etapa que va a pasar.

 

Como los niños todavía no están preparados para regularse, necesitan un adulto que le hagan sentir seguro en ese momento.

La calma del adulto ayuda a que el niño active su corteza prefrontal y pueda calmarse antes, además de ir aprendiendo a autorregularse con el tiempo.

3-Trata de identificar qué crees que le pasa y qué puede estar sintiendo

Cuando son más pequeños, puede parecer más difícil porque el llanto es cómo expresan cualquier emoción. Si tienen sueño lloran, si tienen miedo lloran, si se enfadan lloran… Porque como hemos visto antes, su cerebro todavía no está terminado de formar y no tienen la capacidad de expresar las emociones de otra manera.

Pero la biología nos dotó de un instinto que hace que sepamos detectar la mayoría de las veces qué es lo que le pasa a nuestros hijos. Tenemos esa capacidad desde que nacen, solo hay que atender.

Pregúntate:

  • ¿Qué creo que le ha pasado a mi hijo/a? (ej: se ha enfadado con el amigo)
  • ¿Qué puede estar sintiendo? (tristeza, enfado)

4-Intenta acompañarlo en su emoción

Acompañar no quiere decir ceder a lo que te pida. Quizás se quiere quedar más tiempo en casa de los abuelos y no es posible.

Se trata validar y aceptar lo que está sintiendo y devolverle una frase cortita y clara que le pueda hacer sentir entendido.

Por ejemplo: «Yo te entiendo cariño, que quieres quedarte más tiempo porque te lo estás pasando bien, pero ya hemos estado un ratito y los abuelos tienen que bañarse y dormir y nosotros también. Otro día venimos» 

En ese momento nuestro hijo/a más que nada necesita sentirse entendido con una frase que le ayude a regularse.

En medio de una rabieta, menos es más. Cuando están metidos en la emoción no hay espacio para mucha razón. 

5-Tener en cuenta si estáis pasando por un momento complicado en la familia

  • Muerte de un abuelo
  • Divorcio reciente
  • Nacimiento reciente de un hermanito
  • Situación complicada en el cole
  • Etc

 

Son situaciones que suelen desestabilizar a todas las personas de la familia, y a los niños también. 

Probablemente le veamos más irritable, sensible, inseguro/a, con más miedos…

Es importante tenerles paciencia y tenerlo en cuenta si están teniendo peor gestión emocional.

¡No te desesperes, esto también va a pasar

Recuerda que nuestros niños/as lo que necesitan es sentir amor y seguridad emocional y si eso ya lo tienen, ¡lo estáis haciendo bien!

Nuestros hijos/as no necesitan padres perfectos, necesitan padres conscientes.

¡Gracias por haber venido al taller!